Cada 10 de octubre, el mundo se une con una sola voz para conmemorar el Día Internacional de la Salud Mental. Más que una fecha en el calendario, este día representa un llamado a la acción y un recordatorio esencial: la salud mental es una parte fundamental de nuestro bienestar general, tan importante como la salud física.
En la República Dominicana, la salud mental ha permanecido por mucho tiempo en las sombras, rodeada de estigmas, prejuicios y malentendidos. Es urgente que como país le prestemos la atención que merece. Sin embargo, aún estamos a tiempo de cambiar esta realidad. No todo está perdido.
Este día ofrece una plataforma global para crear conciencia y ofrecer apoyo a quienes lo necesiten. Al sensibilizar y educar, podemos iluminar los desafíos que enfrentan las personas con condiciones de salud mental y fomentar la empatía colectiva. Es tarea de todos —gobiernos, centros educativos, empresas, organizaciones y comunidades— movilizar esfuerzos e invertir en servicios de salud mental accesibles y de calidad.
Debemos poner fin a los tabúes que persisten en nuestra sociedad, promoviendo un diálogo abierto, respetuoso y compasivo. Hablar de salud mental o buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía y autocuidado.
A menudo se piensa que los problemas de salud mental afectan solo a “algunas personas”. La realidad es que todos tenemos salud mental, y al igual que la física, puede variar a lo largo del tiempo. El estrés, la ansiedad, la depresión o el agotamiento son experiencias comunes que pueden tocar a cualquiera, sin distinción de edad, género o condición social.
La pandemia de los últimos años evidenció la fragilidad de nuestra salud mental colectiva, incrementando los niveles de estrés y la necesidad urgente de atención. Hoy sabemos con claridad que invertir en salud mental es una inversión social y económica indispensable.
¿Cómo podemos actuar?
El cambio comienza en casa, en el trabajo y en nuestras comunidades. Aquí algunas formas prácticas de contribuir, no solo hoy, sino cada día, a la promoción del bienestar mental:
1. Escucha sin juzgar:
Si un amigo, familiar o colega confía en ti, ofrécele un espacio seguro para hablar. Escuchar con empatía puede ser un gran alivio y una forma poderosa de acompañar.
2. Educa y comparte:
Infórmate sobre los signos de los trastornos mentales y ayuda a derribar los tabúes. Utiliza tus redes sociales y conversaciones cotidianas para difundir información veraz y constructiva.
3. Prioriza tu autocuidado:
Mantén hábitos saludables: duerme bien, haz ejercicio regularmente y aliméntate de forma equilibrada. Dedica tiempo para ti, desconéctate del ruido diario y busca espacios de calma que te permitan recargar energía.
4. Normalicemos la terapia:
Buscar ayuda profesional debe verse como cualquier otra cita médica. La terapia psicológica es una herramienta poderosa para el crecimiento personal y la prevención.
El Día Internacional de la Salud Mental es una oportunidad para reflexionar sobre el bienestar emocional como un derecho humano fundamental.
No se trata solo de tratar la enfermedad, sino de promover la salud, de construir una sociedad donde todos podamos florecer.
Hagamos de este día un punto de partida para un compromiso permanente: hablemos, cuidemos y prioricemos nuestra mente, no solo hoy, sino todos los días de nuestras vidas.
Lic. Madeline Guzmán
Orientadora y Psicóloga